Nigredo

Nigredo marca uno de los primeros momentos de la investigación visual de Diego Uvence sobre la transformación y el símbolo. Inspirado en los tratados alquímicos medievales, el proyecto retoma la fase inicial de la opus magnum —el ennegrecimiento de la materia— como metáfora del proceso creativo y de la transmutación interior.

A través de superficies ennegrecidas, oro bruñido, pigmentos metálicos y soportes de cedro, Uvence encarna la figura del alquimista contemporáneo: un artista que experimenta con los límites entre control y accidente, gesto explosivo y gesto contenido.

El conjunto de obras oscila entre la pintura y la instalación, proponiendo un diálogo entre lo ritual y lo estético. Las composiciones gestuales de gran formato coexisten con estructuras ordenadas que evocan los diagramas alquímicos, planteando una tensión constante entre caos y equilibrio, materia y espíritu.